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23 de agosto de 2008

Soy profesora de danza del vientre y voy sobrada


Ayer, Laia y yo fuimos al gimnasio para probar la clase de danza del vientre. Ahora suena muy sexy pero básicamente fue patético. Porque a ver, tú vas a una clase para aprender, no para ver como la profesora te restriega cuánto sabe. ¡Para eso me voy a una exhibición!

La tía puso la música a todo trapo, sin micro y sin nada (con lo cual no te enterabas de las instrucciones) y se pasó la hora bailando a su bola mientras nosotras intentábamos imitar esos espasmos. La clase era un cuadro: las japonesas parecían patos con calambres en las piernas y nosotras padecíamos de convulsiones descoordinadas.

Laia y yo nos quedamos paradas pensando: esto es cinturón negro de danza del vientre. Yo no puedo seguirte”; entonces la profesora nos ve y nos suelta: SI NO PRACTICAIS NO APRENDERÉIS.
Y yo: ¡YOTEARRANCOLOSPELOS! ¡Si tú no nos enseñas cómo vamos a aprender!

La tía todo el rato bailaba mirándose al espejo en plan: ohh sí cuánto sé, cuánto me quiero y qué buena estoy uhmmm ¡yummy! Al bailar se tocaba el pelo y cerraba los ojos, apretaba los muslos y movía muy rápido la pelvis. Momento en que deducimos que estaba teniendo un orgasmo. Encima…

RASSSSSSSSSSSSS!


¡Burton! ¡Qué te han hecho! Digo... ¡QUÉ TE HE HECHO!
Hoy, siguiendo con mi estado eufórico-post-final-exams, he ido al LIDL a hacer la compra semanal. Cuando he vuelto al piso no sé cómo he empezado a pensar en el Snow y que sólo podría ripar en navidades. Desde que tuve el accidente en el indor de Milton Keynes que no he vuelto ahí.
He sacado la tabla de la funda para mirarla y decirle cosas bonitas como que la echaba de menos y que ella es la tabla más guapa del mundo. Y nada, cuando la he puesto en mi regazo para darle mimos, he visto ¡ESTO! Y mi euforia, felicidad y todo eso que sentía, SE FUEEEEEEEE SE FUEEEEEE el perfumeeee de sus cabellossss... y algo en mis entrañas se ha retorcido. Me he quedado estupefacta (que palabra más rara) mucho. Creo fue de cuando tuve el accidente al intentar grindar la barandilla. Luego he pensado, ¡Ostras! ¡Pero si esto se puede reparar! Y he vuelto a ser feliz :)
Si es que todo tiene arreglo menos la muerte.

¡SORPRESA SORPRESA!


Ayer por la noche, ¡UNO DEL STAFF DEL HOSTEL ME VIÓ DESNUDA! :D ¡DIOS!

Me fui a duchar. Las duchas aquí son una mierda y desde que el pintor las volvió a pintar sin antes rascar la pintura, que éstas no cierran del todo bien. Así que me metí, cerré con pestillo (eso creí yo) y empecé a ducharme. El agua se paró (porque son de esas que tienes que darle al botón unaaa y otra vez) y yo nunca corro las cortinas porque me da asco que me toque eso. Me giré de cara a la puerta y empecé a enjabonarme las piernas (ufff podría hacer de esto ¡una novela erótica!) Así que mientras sentía como el jabón se deslizaba leeeentamente por mis laaaargas y estilizadas piernas, suaves como la seda, entonces, el del Staff, que se pensó que no había nadie porque no oyó la ducha, ¡entró! De repente,¡ yo grité! ¡El se asustó! Yo me enrosqué con la puta cortina asquerosa y el casi se pega una leche al cerrar la puerta contra su cara. Si hubiéramos visto la escena a cámara lenta, hubiéramos podido ver como el del Staff, en cuestión de milésimas de segundo, me miraba las tetas. Peeeeero sólo es una suposición, porque entre el jabón, el tamaño en sí del objeto a mirar y del susto, ¡no pudo ver nada!
Luego me eché a reír y ahora cada vez que le veo, le saludo con un efusivo ¡HI! Ahora que ya me has visto desnuda, ¡hay confianza! Pero él pasa mucha vergüenza y baja la mirada al suelo :D
¡Le he traumatizado! Poooobre.

Consejo: llamar antres de entrar!

21 de agosto de 2008

Los cerdos pasan de todo


Actualizo desde la Universidad.

Llevo días dándole vueltas a ciertas cosas.

Llegué a Londres hace ya más de 4 meses. En 4 meses, 4 semanas, 4 días, 4 horas, 4 minutos o incluso en 4 segundos; pueden pasar muchas cosas.
Básicamente lo que sucede cuando te vas fuera, es empezar de nuevo. Lo que más nos preocupa a la mayoría es: los amigos. Evitar como sea la soledad. El tener que ir solo a comer, a un museo, al cine, mirar una película en tu habitación... la soledad en general. Sabes que tienes a los tuyos pero de poco sirve. Tú estás solo aquí. Nadie puede ayudarte excepto la gente que hay por tu alrededor. A veces amable, otras insoportable.

Cuando consigues integrarte en un grupo y sentirte cómodo, ya han pasado semanas. Al principio es fácil. Como tú, hay otra mucha gente. Así que te juntas con lo primero que se te cruce. Es cuestión de supervivencia. No importa la raza, la edad o lo que haga. Tu solo quieres tener a alguien con quien hablar y averiguar que es lo que le ha llevado hasta aquí. No importa la razón que sea, todos tenemos algo en común: empezar de zero.

Con los días, vas viendo con quien te llevas mejor y es entonces que empiezas a seleccionar. Ves que hay gente que se parece más a ti y quien no. Sin embargo, aquí todo da muchas vueltas y quien creías que podría ser ese o esa tu amigo/a, te das cuenta de que no y aquella persona que ignorabas, ahora es con quien mejor te llevas. Lo que pasa es que no siempre escoges tú. Un día te das cuenta de que has sido tu el escogido y con aquella persona que creías que todo iba genial y os llevabais tan bien, ahora, por alguna razón, ya apenas te habla o no cuenta contigo. Así que todo aquello que habías construido para evitar la soledad, se derrumba en parte. Te sientes frágil, inseguro y vuelves a encerrarte en tu mundo y con tu mp3 a por todas partes. Te preguntas que habrá pasado o que habrás hecho. Te preocupa el porque de ese cambio. Sin embargo, luego te das cuenta de que simplemente pasa. Que cada día que nos acostamos, es para levantarnos de una forma distinta. Los días pasan y cada cosa que haces durante el día, inconscientemente te cambia. Te cambia a ti, la manera de hacer, de expresarte, de sentir y de mostrar. Y en algún momento de ese proceso, mejoras algo de ti y empeoras otra. Mantener el equilibrio es muy difícil. Intentas hacerlo tan bien como puedes, pero cuando te centras en mejorar algo de ti para ser mejor persona, te olvidas de otras que al quedar abandonadas, se marchitan.

Irse de casa en busca de nuevas oportunidades es lo más grande que hecho en mi vida (o una de las más grandes). No es fácil, pero tampoco es para que la gente le de tanto miedo irse a otro país. Se aprende de todo y de todos. Especialmente de uno mismo. He dejado a personas a las que quiero mucho y que no pasa día en que no tenga un rato para dedicarles. Pienso en ellos, qué harán, cómo estarán, que ojalá estuvieran aquí... pero luego pienso: ¡soy la tía mas afortunada del mundo al poder estar aquí! Porque todo esto es nuevo y encima no renuncio a lo que ya tenía. Simplemente queda "ahí" pero siempre presente en mi mente.

2 de agosto de 2008

¡Por fin en casa!


Por fin en mi pueblo para pasar unas mini-vacaciones.

Lo que más valoro de estar en MI casa después de estos 3 meses en Londres es:


1) Poder ir al wc y no tener que forrar la taza con tiras de papel antes de sentarme :S

2) No tener que llenar el váter de papel por miedo a las salpicaduras de esa agua apestosa.

3) Poderme limpiar el culete con papel Scotex de doble cara ultra suave. Vaya papel el de la resi, parecía de lija y que más que limpiarte el trasero parecía que te lo estuvieras remodelando.

4) Poderme duchar con decencia, sin usar chancletas y que te puedas mover con libertad sin temor a que tu culo y/o otras partes del cuerpo rocen las paredes y pilles la sarna.

5) Dejar de usar la crema bronceadora Jonson Holiday Skin, que más que morena parecía que tuviera la Hepatitis B.

6) Comer como un ser humano digno y no esas latas para perro mezcladas con guisantes reciclados del día anterior.

7) Coger cubiertos y que todos estén limpios. No como los del hostel que seguían teniendo jabón incrustado.

8) Que los vasos de mi casa sean transparentes y no un puzzle hecho con loctite.

9) Que el suelo sea de madera y ¡no de moqueta! Casi le meto un lengüetazo de lo limpio que se ve. SMUAKSSS.

10) Poder dormir espatarrada a más no poder en mi cama d metro 50 y dejar de dormir en posición fetal por miedo a caerme de la cama tamaño Poli Poket.

11) Vivir en un entorno limpio y seguro.

12) No tener que compartir habitación con Trolls y poder dormir por las noches sin que los gritos de Skizu me atormenten.

13) Mi abuela siempre tiene Jabugo en la nevera.

14) ¡Poder conducir por la derecha!

En resumen, que como en casa, ¡ningún sitio!