Buscar este blog

17 de septiembre de 2010

El Genio de la lámpara mágica


Estaba en casa cuando mi madre me pidió que la ayudara a limpiar la cubertería de plata de la abuela. Claro que yo tenía mejores planes que pasar el sábado por la tarde en casa frotando cacharros, pero bueno, todo sea por evitar el sentimiento de culpa o un “luego pídeme algo y ya verás”…

Al cabo de un rato mi madre se fue y me dejó con toda la chatarra para limpiar. Cogí una tetera de… ¿plata? Por el amor de Dios, estaba tan roñosa que parecía sacada del fondo del Titanic.

Empecé a frotarla con el paño y ese líquido ultrasónico que según el Teletienda lo quita todo; pero nada. Agarré una espátula para hacer palanca a la mierda incrustada, pero ni así. Total, que pensé que lo mejor sería echarle agua hirviendo y ablandar todas esas capas de indeseada mugre.

Cuando el agua ya estaba sacando humo, eché la tetera sin piedad al fondo de la olla. De repente, hubo una explosión y la cocina se llenó de humo. Me quedé perpleja y de repente, esa perplejidad pasó a ser acojono al ver a un tipo con un pareo y una perilla mazo hortera delante de mí gritando:

¡Me cagüen la puta!¡Cómo quema joder!

Yo me puse a chillar como una loca a la vez que buscaba algún objeto con el que atacarle.

¡Mama! ¡Mamaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Llama a los mossos!

—¡Que no les llames! ¡Que soy el Genio de la lámpara mágica con quemaduras de segundo grado!

Si mira, y yo soy Beyoncé, ¡no te jode! ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

En serio, por favor, no me hagas daño, estoy atrofiado de estar tanto tiempo aquí encerrado, soy inofensivo…

Pero si los Genios salís de las lámparas y esto ¡es una tetera de la post guerra!

Ya bueno, es que el contrato de alquiler era más barato.

O_o’

En este momento yo estaba alucinando; que yo recuerde, las infusiones de manzanilla no llevan ningún tipo de alucinógeno.

Le pregunté que qué coño hacía el en mi cocina a lo que me responde:

Estoy aquí para concederte 1 deseo, ¡el que quieras!

Un momento, cómo que 1 deseo. ¿Sólo uno? ¿Uno y ya está?

Sí.

¡Y una mierda! ¡Aladín tuvo 3! Siempre han sido tres, ¿Por qué a él sí y a mí no?

Bueno, es que con la crisis… la política de empresa ha cambiado.

Pues quiero hablar con tu superior. ¿Dónde está?

Murió hace siglos, pero si quieres tengo libro de reclamaciones

¡Trae pa’ ca!

Cogí el libro, y puse mi queja. ¿Qué se había pensado? Toda mi vida pensando: bua, si alguna vez me aparece un Genio y me concede 3 deseos, desearé esto, esto y esto. Y ahora va y el tío me dice que sólo 1, ¡manda cojones!

Al final de la página y en tono imperativo se leía:

Firma aquí

(y firmé)

Claro, esto me había pillado desprevenida y ¡no sabía qué pedir!

¿Puedes darme unos días para que me lo piense y te doy un toque cuando lo sepa?

Sí claro, pero tendré que cobrarte intereses.

¡Cómo que intereses? Es un deseo, no un préstamo. ¿Cómo funciona esto? Se supone que eres un Genio, no el BBVA.

Pues mira, si tu deseo es un tío cachas, alto y guapo; yo al cabo de una semana te daré un tío más fofo, bajito y un poquito calvo.

-_-‘


¡Vale! Pues entonces mi deseo es, ¡TENER 3 DESEOS! –toma ya, por rancio.

—Lo siento mucho, pero esto no se puede conceder.

—¿A no? ¡Has dicho cualquier deseo! ¿Dónde pone que no se puede?

El Genio se mete la mano dentro del pareo que le cubría la parte inferior –yo pongo cara de asco—y se saca un pergamino amarillento.

Según el Art. 19.876 del Código de Deseos del G.D.G.E.N.U.L.M (Gremio de Genios Encerrados en una Lámpara Mágica o (similiar)), estipula que sólo se podrá conceder un deseo al dueño (dícese del SER que frota la lámpara) de cualquier índole exceptuando los deseos con las siguientes particularidades:

1. No se deseará la muerte a nadie.

2. No se pedirá ser un Genio.

3. No se pedirá la vida eterna.

4. No se pedirán reencarnaciones.

5. No se resucitarán a los muertos

6. No se pedirán súper-poderes

7. No se pedirá ser un súper héroe

8. No se pedirá dominar el mundo

9. ….

Después de una lista interminable de NO’s y de 20 páginas con más cláusulas que una póliza de seguros, se leía:

211.No se pedirán más deseos.

-_-‘

Y luego ponía:

Toda versión privada del Contrato del Deseo debe incluir la declaración de conformidad que vincula a los firmantes con los principios y procedimientos de éste.

Declaración de conformidad:
Las partes declaran conformarse a las disposiciones del deseo.

Firma del Dueño Firma del Genio

—A ver, tú no eres un Genio, ¡eres un LISTO! ¿Qué significa eso?

—Que si tú pides un deseo, te conformarás con el resultado, y eximirás al Genio y al Gremio de cualquier error en la entrega de tu pedido. ¡Ah! Y tampoco nos hacemos responsables del uso indebido del deseo.

—¿Cómorrrr?

Llegados a este punto empezaba a arrepentirme profundamente de haber despertado al espabilado este de la tetera. Se supone con un chollo de este calibre debería estar dando saltos de alegría, pero que va. ¡Me estaba poniendo de los nervios!

—Joder Genio, no sé que pedir. Me siento presionada...

—Bueno, te puedo mostrar los deseos “TOP 5”, puede que te inspires.

El tipo del pareo se saca otro pergamino.

DESEOS TOP 5

1. Triunfar como Robin Pattinson de Eclipse

2. Que hagan la segunda parte de LOST

3. Que por fin Marco encuentre a su madre

4. Tener la espada láser de Luke Skywalker

5. Ser el dueño de Microsoft

Después de confirmarme la estupidez de la raza humana, tuve que reflexionar.

No podía haber confusiones de ningún tipo, no podía haber errores ni tampoco problemas de logística. Debía de ser simple, claro, y que no apareciese en la lista interminable de pegas.

30 minutos después…

—¡Genio!, deja ya la Cuore y estate al loro. ¡Ya tengo mi deseo!

—¿Si mi señora?

—A buenas horas me haces la pelota… —Mi deseo es…

Hubo unos segundos de silencio. El Genio se quedó mirándome a la expectativa mientras yo estaba concentrada en formular el deseo de la mejor forma para que no hubiera ninguna equivocación.

Lo dije alto y claro. El Genio se quedó mirándome sorprendido. A mí no me parecía que fuera para tanto… total, ¿quién no lo ha deseado alguna vez? Finalmente y con un chasquido de dedos, el Genio me lo concedió.

—Buena elección mi señora.

—Que no me llames señora, ¡leches!

—Bueno, ha sido un placer, pero ahora debo marcharme.

—¡Vale! ¡Adiós! —dije descansada— me tenía harta.

Y ya cuando ya creía que el Genio iba a desvanecerse… de repente se giró, me miró con ojos dulzones y en plan tímido me preguntó:

—¿Me puedo llevar la Cuore?


4 comentarios:

  1. No, sí a parte de hacer maravillosas fotografías ahora nos va a salir escritora ... ;-)

    Me ha encantado, ahora me voy a ver forzado a hacerte publicidad también por esto ;-)

    ResponderEliminar
  2. :) Paso a paso con la fotografía, y paso a paso con la narrativa. :) Ánimo. El talento, está.

    ResponderEliminar
  3. Vale, ya lo he leido, muy divertido, ahora dime qué pediste?

    ResponderEliminar