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23 de agosto de 2010

Cap. 4 - Promociona tu trabajo


Facebook, Flickr, página web propia o gratuita, Linkedin, Twitter, Blog… TODO VALE.


Casi todo el mundo tiene Facebook, pero siempre hay ese alguien que no; y ese alguien podría ser el amigo de tu tío que tiene un colega que trabaja en una agencia y su compañero es el hermano del padre del que tiene una galería de arte que podría gustarle tu trabajo, ficharte, lanzarte a la fama y convertirte en una superstar. Por eso, tu trabajo debe estar al alcance de todos, incluso para aquella minoría que no quiere un FB. Porque aunque en un principio creas que tu trabajo solo le gusta a tu madre y a tu abuela Actualmente, tenemos a nuestra disposición multitud de redes sociales que pueden ayudarnos a promocionar lo que hacemos. La elección de cada una de ellas, dependerá de a quién queramos dirigirnos.


Yo utilizo el FB, Flickr, Twitter y creé mi propia página web a partir de unas plantillas gratuitas pero con dominio propio (hay que ahorrar…)


Mantener al día tus redes sociales es una tarea que requiere tiempo. Cada cambio que hagas en un sitio, deberás aplicarlo a los demás. Es muy importante crear coherencia para dar al usuario una sensación de unidad. ¿Cuándo hago esto? Por las noches, ratos libres, vacaciones, nada más levantarme o mientras miro una película. Vamos, siempre que puedo.


Luego toca hacer correr la voz. ¿De qué sirve tener presencia online si nadie sabe que estás?

Entonces aquí es cuando debes promocionarte con lo que tienes. ¿Que subes fotos en Facebook? Pues anúncialo en tu perfil personal, en Twitter y escribe un post en tu blog sobre el tema. ¿Qué has creado un nuevo álbum en Flickr? Entonces comunícalo a tus contactos a través de Twitter y Facebook… ¿Qué haces un cambio en una foto? Pues te jodes y lo borras de todos los sitios y lo vuelves a subir otra vez. Es taaaaaaaan divertido…


Pero también hay otras formas más tradicionales de hacerlo. Por ejemplo, el otro día estaba volando con Vueling y cogí la revista LING que había. Pillé el bolígrafo y escribí la dirección de web en algunos de los espacios en blanco que había para que alguien lo encontrara.

Luego me sobraban postales de la exposición, así que cuando iba a un bar, restaurante, tienda o lo que fuera, dejaba algunas muestras por si a caso.


Hace un par de semanas fui a ver una exposición de arte que había en Girona. Habían dejado tizas para poder escribir en las paredes. Pues nada, a bombardear la paredes de mi dirección web de nuevo. Ale.

Y así voy… siendo una cansina.


No os voy a engañar, es un rollo, pero hay que hacerlo.

2 comentarios:

  1. Como me esta gustando leer estos capitulos de como has llegado hasta aqui...eres la idola de tantos!

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  2. Identificado totalmente. Ya con el tiempo crearas tus pegatinas, tus tarjetas de visita con todas las direcciones webs en la que estas y lo que mola más las chapas, a la gente le flipan las chapas y más si tienen dibujitos. Si sabes hacerlas tu misma te ahorras el dinero.
    Yo en su momento dejaba chapas en los bancos, pegatinas en las paredes, en los baños de los bares jaja todo empapelado.

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