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23 de agosto de 2008

RASSSSSSSSSSSSS!


¡Burton! ¡Qué te han hecho! Digo... ¡QUÉ TE HE HECHO!
Hoy, siguiendo con mi estado eufórico-post-final-exams, he ido al LIDL a hacer la compra semanal. Cuando he vuelto al piso no sé cómo he empezado a pensar en el Snow y que sólo podría ripar en navidades. Desde que tuve el accidente en el indor de Milton Keynes que no he vuelto ahí.
He sacado la tabla de la funda para mirarla y decirle cosas bonitas como que la echaba de menos y que ella es la tabla más guapa del mundo. Y nada, cuando la he puesto en mi regazo para darle mimos, he visto ¡ESTO! Y mi euforia, felicidad y todo eso que sentía, SE FUEEEEEEEE SE FUEEEEEE el perfumeeee de sus cabellossss... y algo en mis entrañas se ha retorcido. Me he quedado estupefacta (que palabra más rara) mucho. Creo fue de cuando tuve el accidente al intentar grindar la barandilla. Luego he pensado, ¡Ostras! ¡Pero si esto se puede reparar! Y he vuelto a ser feliz :)
Si es que todo tiene arreglo menos la muerte.

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