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13 de julio de 2008

Welcome to the hell


Encontrar casa en Londres es una aventura. A veces una pesadilla. A veces querrías pegarte un tiro.

Cuando miro por Internet, sólo llamo a casas que han puesto fotos del piso/casa y de la habitación. Te ahorras disgustos, sorpresas y perder el tiempo. Sin embargo, hice una excepción (lo pagué caro) cuando vi el anuncio de una casa porque pintaba bien por la zona y el precio (qué engañada estaba).

He salido de la residencia y para llegar ahí he tenido que hacer lo siguiente:
20min caminando hasta Edware Road
5 min de espera para el bus 16 con destino Cricklewood.
40 min de bus hasta London north west. Parada Crownd hotel
10 min más hasta Samerton Road --> donde se encontraba la casa

En el bus yo iba pensando: ¿esto es lo que tendré que hacer cada día para ir y venir del centro? ¬¬' Casi me doy media vuelta. De hecho, ya quería irme cuando iba viendo la zona y los edificios de protección oficial. Todo estaba asqueroso…

Pero me dije: ¿ has llegado hasta aquí no? Venga, que seguro que vale la pena.
Al final llego, llamo a la puerta y me abre un señor de unos 40 años y yo pensando ¿tú vas a ser mi flatemate? Pues vamos bien. Al entrar me encuentro la casa con moqueta en todas partes. Moqueta en el suelo, en las paredes, en las escaleras. El piano cubierto de polvo y el suelo lleno de revistas viejas. El hombre me guía hasta la cocina. En los 5 metros que separaban la entrada de la cocina se podría haber rodado una peli de Indiana Jones. Llega la señora del señor y yo: algo no me cuadra... ¡Yo quiero un piso con gente joven! La cosa empeora. Le pregunto al hombre qué tal las combinaciones para ir del culo del mundo hasta mi universidad. El tío dice que tengo que coger el tren y luego metro. Yo no me lo acabo de creer, tan fácil no puede ser.

Me acaba de enseñar la casa. Cuando llego al baño, mis ojos no dan crédito. Le saco una foto con el móvil y es la que veis en esta entrada de blog. Pues si el baño es así, os podéis imaginar las demás habitaciones… Todo lleno de cortinas pomposas con colores horribles, repleto de lazos y oliendo todo a humedad con polvo. Me enseña un par de habitaciones que hay libres para alquilar. Me quedo flipando. ¡La habitación amueblada con los típicos muebles que te encuentras en la calle el último jueves de mes! :S Me quiero ir a casa… ;(
Cuando le pregunto ¿cuántos viven aquí? ¡Me dice que 9! ¡WTF! O sea... no me voy de un hostal para meterme en un proyecto de hostal. Después de recuperarme del susto, el hombre me muestra la habitación que quedaría libre a principios de mes por si me gustaba más que las otras. Al entrar no sabía si reír, llorar o darle una hostia. Una habitación con el techo inclinado, con alfombra hasta la médula y lo mejor.... una bañera empotrada en el suelo y ¡el cagadero al lado! ¡Sin puerta ni nada! Jamás había visto algo así (¡y suerte! Porque no habría podido dormir hasta el día de hoy).

Al final le digo: byeee ¡ya te diré algo! ¡Pero si te digo algo será para que te busques a otra!

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